Sin duda alguna, el amor es un tema de interés para la mayoría de los seres humanos. En las diferentes épocas del mundo siempre se ha escuchado hablar del amor de una u otra forma. Bien podríamos decir que es algo vital para el ser humano, así como lo expresó el psicoanalista Erich Fromm quien lo catalogó entre las cinco necesidades existenciales de hombre.Hablando del amor de pareja, hay muchos factores que influyen para que las cosas funcionen. Posiblemente una de las factores primordiales es estar conscientes de que el amor en sí, es más que una emoción, sentimiento o reacción química. Pero sin duda alguna, junto con las decisiones, detalles y tiempo compartido con la pareja, el contacto físico también juega un papel importante en este tipo de relación. Ahora bien, ¿qué cuando a todo esto le agregamos un factor aparentemente negativo como la distancia en un tiempo prolongado?
Generalmente, cuando una pareja está haciendo el esfuerzo de mantener viva una relación amorosa en la distancia, siempre hay personas que se encargan de recordar la famosa frase “amor de lejos, amor de… los cuatro”. Sin embargo los psicólogos comentan que cuando por ambas partes el sentimiento es verdadero, la distancia acaba siendo una etapa más de la pareja e, incluso, sirve para acercarlos tanto que resulta beneficioso, pues consolida una relación profunda en la que ambos son conscientes del esfuerzo que eso implica.
Muchas personas consideran la distancia como una prueba de fuego para el verdadero amor. No hay duda que es difícil no poder ver cara a cara a la persona que se ama y tener que conformarse con escucharla o verla a través de un aparato. Pero teniendo en mente un objetivo claro, teniendo confianza mutua, estando conscientes de la situación y el esfuerzo bilateral que debe hacerse y siendo perseverantes, es posible obtener un lado positivo de lo que parece no tenerlo.
