viernes, febrero 09, 2007

No Es Perfecta, Pero Es La Mejor

Siempre he considerado a mi familia un poco diferente a las demás. Nunca he logrado distinguir muy bien el factor que me ha hecho sentirla así, porque en muchos aspectos, es igual a la mayoría; hay disgustos, peleas, gritos y a veces, hasta ofensas muy graves. Sin embargo, aunque pudieron haber momentos en los que pensé “quisiera otra familia”, nunca realmente dejé de tener la seguridad de que esta, es la ideal para mí; con defectos y demás; pero en fin, mía.
Si lo analizáramos superficialmente, podríamos decir que no somos muy unidos o más bien, dependientes el uno del otro; pero realmente creo que es todo lo contrario; de no ser así, mi hermana mayor estaría sola en México. A pesar de mi original resistencia al cambio de país, no me queda otra alternativa que agradecer a mis padres por mantenernos unidos [porque realmente estoy agradecido].
Mi hermana mayor y mi hermano menor, son un caso. El chico está en la adolescencia; en momentos, realmente insoportable. Me parece que olvide rápidamente lo que significa esa etapa; sinceramente, espero poder haberla recordado para cuando mis hijos pasen por allí. Mi hermana mayor, en muchos aspectos: igual al menor. Pero cada uno tiene un lado maravilloso y digno de admirar. Me imagino que para ambos, he de ser en muchas ocasiones aún más hostigoso que ellos.
Dios nos ha privilegiado como familia con el don de la música. En un principio no lo consideré algo relevante; pero con el correr de los años, me he dado cuenta de que realmente es una inmensa bendición, con la cual, no todas las familias pueden contar; y creo que ha sido un punto muy importante en nuestra unidad.
Como humanos, todos los padres cometen errores; pero a pesar de ello, realmente estoy orgulloso de los míos; lo que hicieron, lo que hacen, cómo lo hacen, cómo poco a poco nos han sacado adelante, buscando lo mejor para todos. Siempre preocupándose y esforzándose por hacernos crecer en los diferentes aspectos de la vida.
Sin duda alguna, las palabras nunca llegarán a expresar todo lo que mi familia significa para mí, y no queda más que agradecer al Señor por darme la mejor familia del mundo.